miércoles, 12 de julio de 2017

Por qué votaré a Ximo Puig (EL MUNDO 11/7/2017)

Llevo afiliado al PSPV-PSOE desde el año 1982, participé activamente en la reconstrucción del movimiento sindical de clase desde la clandestinidad, llevo cotizando regularmente a la Seguridad Social desde el año 1975, y nunca, nunca, he tenido ningún cargo público, ni concejal, ni diputado, ni senador, ni eurodiputado, ni director general, ni jefe de servicio, ni jefe de sección, ni siquiera jefe de negociado, ni siquiera he ido en ninguna lista electoral de ningún tipo, ni tan solo en los puestos llamados «de relleno». Nunca he cobrado ni una peseta en su día, ni ningún euro por cargo público alguno. Tengo dos hijos, los dos trabajando en empresas privadas, los dos en el extranjero. No le debo nada a mi partido, salvo mi gratitud por mejorar la vida de la gente. Creo que puedo considerarme un militante de base del PSPV.
Como militante de base me afilié a mi partido porque siempre he considerado que los partidos políticos de izquierda y los sindicatos de clase son las organizaciones que los trabajadores, los desposeídos, los que no tienen voz ni fuerza por sí mismos tienen. Son los instrumentos útiles para cambiar la sociedad, para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, para avanzar en el estado de bienestar que garantiza la igualdad de oportunidades entre ricos y pobres.
He asistido y participado siempre que he podido en los grandes debates de mi partido, recuerdo el debate sobre «marxismo si, marxismo no» del PSOE, que provocó la dimisión de Felipe González como secretario general, participé activamente en el debate sobre el ingreso o no en la OTAN, para mí han sido dos grandes debates políticos de profundidad, de carácter estratégico, y en esos dos debates que suponían reorientar a nuestro partido de cara al futuro no observé el nivel de tensión que se ha vivido en el último proceso de primarias del PSOE, y yo creo modestamente que eran mucho más importantes para el partido y su futuro que el proceso actual de primarias.
Creo como militante de base que la preferencia por cualquier candidato que se presente a primarias no debe suponer el enfrentamiento fraticida que ha supuesto este proceso, optar por un candidato no supone equivocarse, es una opción libre a la que cada afiliado tiene derecho.
Aquí en la Comunidad Valenciana tras 20 años de desgobierno del PP por fin tenemos un gobierno decente y honesto que trabaja para mejorar la vida de los valencianos y valencianas, presidido por un socialista, Ximo Puig, y que es nuestro actual secretario general.
Los ciudadanos castigan la división interna en los partidos, esa es una tónica general en toda democracia, e intentar plantear a estas alturas una bicefalia en el PSPV no obedece a ninguna necesidad urgente en mi partido, de hecho no se ha planteado esa necesidad hasta que las primarias entre Pedro Sanchez y Susana Díaz finalizaron.
Desde mi punto de vista, las primarias valencianas se han planteado a modo de venganza y castigo por la apuesta de Ximo Puig por la líder andaluza en aquel proceso.
¿Acaso los que plantean la necesidad de separar el cargo de secretario general y presidente del Consell se lo plantearán a Pedro Sanchez en su momento? La respuesta es un rotundo no.
Yo creo en un PSPV fuerte, autónomo, capaz de mejorar la vida de las y los valencianos, por ero me parece una insensatez intentar descabalgar a Puig de la Secretaría General del PSPV.
¿Si el aspirante García lograra ser secretario general del PSPV dinamitaría el pacto del Botánico? Él ya ha dicho que lo da por amortizado.
Si el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha comentado que desde la dirección federal no se intervendrá en el proceso valenciano, a que se deben los constantes apoyos de miembros de la dirección federal del PSOE, como Susana RosOdón Elorza y hasta la mismísima Vicesecretaria general Adriana Lastra al candidato García?
Repito, yo quiero un PSPV, fuerte, autónomo en su toma de posiciones, no sucursalista de nadie, ni de aquí, ni de Madrid, por eso yo votaré a Ximo Puig.
Ven en DIARIO EL MUNDO



No hay comentarios:

Publicar un comentario